viernes, 6 de abril de 2012

Desde que nací me encantan los días de lluvia en los que te encuentras en casa, calentita, escuchando a la velocidad que cae la lluvia, oler el aire que se respira y mirar por las ventanas para ver caer las gotas, ver quien ganará la carrera en el cristal.


Sentirte como una niña pequeña al ver los charcos de agua y querer saltar encima de ellos y mojarte completamente. Y la libertad que se siente bajo la lluvia...


También ha sido siempre mi sueño estar bajo la lluvia con un paraguas con alguien especial. Con alguien que realmente valga la pena estar. Seré romántica o tonta, pero me encantaría estar con alguien así.



Y la libertad que se siente bajo ésta, tranquilidad. Me encantaría pasear bajo la lluvia, tranquila y pensando.


O estar así con alguien especial, sin importar nada más que él y tú.



La lluvia me sirve para reflexionar, para imaginarme cosas maravillosas y para ilusionarme con miles de cosas. Aunque a veces fastidie... Me encanta.


El tiempo pasa, desgraciadamente no nos damos cuenta, pero pasa. Somos felices viviendo en nuestra burbuja aunque a veces sufrimos nuestros malos momentos, malas rachas en las que nada te va bien...

Cuando miras hacia atrás e intentas recordar que hiciste hace un año te das cuenta de que todo ha sido tan rápido que no te has dado ni cuenta.



No desperdicies tu tiempo, haz todo lo que desees, el tiempo pasa y tu envejeces. Cada vez hay menos posibilidades de hacer cosas. No desaproveches ninguna posibilidad y disfruta tu vida al máximo. Disfruta cada segundo que te da la vida porque nunca... Nunca sabrás cuándo será el último.