Los días iban pasando y cada vez me robabas más el corazón, aunque no se puede decir que fuese robar, quería regalártelo y que tú me regalaras el tuyo. Necesitaba hablar contigo todos los días, eras mi droga y siguen siéndolo, necesito saber de ti todos los días, si no no estoy tranquila.
Tu sonrisa, tus ojos, tus largas y negras pestañas, tu dulce boca, me encantaba todo y cada vez más.
Y entonces dijiste las palabras: "Creo que me estoy enamorando de ti". Creo que nunca pude ser más feliz que en ese momento, sentías lo mismo que yo por ti. Y el camino ha continuado durante casi dos largos años, te quiero, no me faltes nunca, gracias por confiar en mi, gracias por ser tan importante para mi.
Quiero que lo nuestro sea eterno.
Mi dulce y encantador 13.
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